Necesidad
El contexto de crisis económica y financiera internacional, y sus devastadores efectos han contribuido a incrementar los factores de riesgo social entre la población juvenil. Uno de los más significativos ha sido el gran incremento de la desocupación que ha abocado a condiciones de pobreza a personas que nunca habían imaginado estar en esta situación, debido a la pérdida del lugar de trabajo o la imposibilidad de acceder a él.
El acceso al mercado laboral es un paso determinante en la vida de las personas y las primeras experiencias laborales condicionan en buena medida la trayectoria profesional posterior. El colectivo de personas jóvenes es uno de los que presentan mayor dificultad para la inserción laboral, hecho que condiciona sus posibilidades de emancipación y de plena participación en la sociedad.
Algunas de las situaciones de vulnerabilidad o riesgo social del colectivo joven que detectamos en el ámbito territorial de actuación del programa EUROSTAT 2013:
- Elevada tasa de desempleo juvenil en todos los países en los que se desarrollará el proyecto. La tasa de desempleo en todos los estados miembros es más alta entre los jóvenes que la tasa de desempleo de las personas de entre 25 y 74 años. En Grecia (55,4%), España (53,2%), Portugal (37,7%), Italia (35,3%), e Irlanda (30,4%) las tasas de desempleo juvenil son particularmente altas.
- Desempleados de larga duración está en aumento: el 32,4% de los jóvenes desempleados han estado sin trabajo durante más de 12 meses en 2012. La tasa de desempleo de larga duración se ha incrementado en 3,8 puntos porcentuales (hasta el 7,3%) entre 2008 y 2012, en comparación con un aumento de 1,9 puntos para los adultos (a 4,4%).
- Situación familiar de pobreza, redes sociales débiles que condicionan la vida y oportunidades de estos jóvenes.
- Baja autoestima y falta de capacidades, competencias y habilidades personales y sociales para su incorporación al mercado laboral.
- El desempleo afecta más al grupo de jóvenes. Hasta finales de 2008, la tasa de desempleo juvenil en la UE-27 ha sido dos veces más alta que la tasa para la población total, alcanzando su valor mínimo (18,1%) en el primer trimestre de 2008. La crisis económica, sin embargo, parece haber afectado más a los jóvenes que a los otros grupos de edad. Desde el comienzo de 2009, la brecha entre los jóvenes y las tasas totales de desempleo ha aumentado, por lo que a finales de 2012 la tasa de desempleo juvenil fue de 2,6 veces la tasa total, correspondiendo a un 22,8%. Estos datos evidencien las dificultades que presentan los jóvenes para acceder a una primera experiencia laboral en una situación de crisis como la actual.
- Baja empleabilidad de los jóvenes por déficit de formación: las personas jóvenes con baja formación presentan mayor riesgo de desempleo. En 2012 la tasa media de desempleo juvenil de la UE fue del 22,8%, pero alcanzó el 30, 3% en los jóvenes pocos cualificados.
- Temporalidad de las contrataciones: en 2012, el 42,1% de los trabajadores jóvenes estaban trabajando con un contrato temporal (cuatro veces más que los adultos) y el 31,1% trabajaba a tiempo parcial (casi el doble de la tasa de los adultos).
Afrontar el fomento de la ocupación de la juventud, facilitar su transición al mercado laboral, y garantizar su acompañamiento en todo el proceso requiere un enfoque integral y coherente que combine intervenciones en diferentes ámbitos de actuación, especialmente el educativo, el formativo y el del mercado de trabajo.